¿Por qué está sucediendo todo esto? ¿Cuánto tiempo durará? ¿Volverá todo a ser como antes? Si te suenan algunas de estas preguntas, la mente trata de ponerte alerta sobre algunos peligros. Pero encontrar las respuestas depende de ti. Si la meditación no es lo tuyo, otra de las maneras de lograrlo es sacando al artista que llevas dentro, con la práctica de manualidades varias. Tu mente permanecerá concentrada mientras tu alma experimenta ese estado de paz interior, una sensación muy similar a la del mindfulness, ¿no? ¡Atento a estas ideas!
1. Llena tu mundo de color
¿Pensabas que esta actividad solo estaba destinada a los más pequeños? Deja de lado los tópicos, hay un sinfín de libros antiestrés ideales para el adulto saturado. Los hay de todo tipo de formas, desde mandalas, hasta bosques, animales… Todo un mundo de líneas y curvas en blanco y negro para que les añadas tu toque personal. Escapa a un universo de colores y crea tu propio mundo sin límites. Solo necesitas unos lápices y un libro de ilustraciones que puedes encontrar en cualquier tienda online, y sino siempre puedes buscar por internet e imprimir el que más conecte contigo.
2. Needle felting
Hay gente que construye sus propios mundos con las pequeñas piezas de Lego, otros que crean movimiento a través de la técnica cinematográfica del Stop Motion… ¿Qué te parece crear tus propios personajes y objetos a partir de esta técnica manual? Piérdete entre el delicado roce del algodón moverse entre tus manos y da forma a todo el fieltro de colores utilizando una aguja. Plasma todo lo que tu imaginación te pide a gritos, y podrás diseñar adorables animales así como dar vida a las hadas de tus cuentos infantiles preferidos. Hagas lo que hagas, el sentimiento de satisfacción cuando veas tu proyecto acabar hará que te enganches ;)
3. Lettering
¿Conoces el arte de dibujar letras? Muchas personas no son conscientes del poder de la palabra. Tal vez, presentada de forma atractiva llegue antes a su nublado corazón… Y no, nada tiene que ver con la caligrafía o la tipografía. En esta disciplina el concepto de “letra” se desvanece y deja paso a un sinfín de formas libres que acaban uniéndose en palabras y formando innumerables diseños. No es necesario que sepas dibujar para iniciarte, basta solo con dejar volar tu imaginación y plasmar sobre el papel todos esos mensajes de luz. Deja fluir tu mano para hacer llegar al mundo tus pensamientos positivos.
4. Tricot
¿Alguna vez te ha venido a la mente tu jersey ideal pero no has sido capaz de encontrarlo en ninguna tienda? Di adiós a todas esas prendas fabricadas en masa que no se ajustan a tu estilo, y hazte con un par de agujas y un ovillo de lana de tu color preferido. Deja que tus propias manos hagan magia mientras combinas diferentes colores y tamaños de aguja, para lograr un sinfín de formas y texturas a partir de patrones, e incluso puedes ir más allá y diseñar muñecos y formas. Déjate inundar por el calor y la suavidad de la lana en invierno y sorprende a tus seres queridos por una pieza hecha con tus manos… Y tu amor.
5. Origami
Si no tienes la posibilidad de salir a la calle en busca de material, sírvete de lo que esté a tu alcance. ¿Qué te parece convertir al papel en la materia prima de tu inspiración? Deja que salga la musa que llevas dentro creando un sencillo y original avión de papel. A lo mejor te suena muy típico, ¿pero alguna vez lo has probado? Siente la concentración en el proceso y la ilusión que te embarga cuando lo logras, el proceso es fácil de seguir y puedes crear auténticas esculturas. Sé flexible como el papel y no detengas al torrente de ideas, moldéalo a tu gusto y descubre la pieza de arte escondida bajo este material blanco tan común.
Reconecta con tu lado más creativo y deja que la imaginación te libere del estrés. Ha llegado el momento de descubrir un mundo nuevo lleno de arte y creatividad. ¡Ponte manos a la obra!
