Cierra los ojos. Visualiza un día estival en la playa.

La brisa marina, el sol dorando tu piel, el sonido del mar, los niños revoloteando a tu alrededor como posesos y empanando tu toalla de arena… -Cómo mola la playa, eeeh ;)-

Y en medio de ese paisaje idílico, .

En bañador o bikini o como quiera que vayas a la playa, maldiciendo tus michelines y/o aborreciendo tus cartucheras, lamentando, un año más, haberte acordado de ellos demasiado tarde.

¡Ey, pero que no cunda el pánico!, que todavía estamos en marzo.

Aunque la primavera ya está aquí y empezamos a quitarnos ropita (de hecho hay quien ya se pasea en tirantes y chanclas; supongo que es cosa de las alergias, que alteran el raciocinio), aún estás a tiempo de ponerle remedio.

Que conste que no quiero que te sumes al carro de la maldita operación bikini. ¡No! Te propongo algo mucho mejor y responsable.

Verás, si sólo te acuerdas de Santa Bárbara cuando llueve, posiblemente acabarás más de un día empapad@.

Para quienes no estéis muy duch@s en al arte de la metáfora seré más clara: Si te empeñas en adelgazar a lo bestia un par de meses antes del verano, ¡vas mal!

Posiblemente no lo consigas y seguramente año tras año experimentes el mismo déjà vu.

Así que… ¡Cambia el chip! Cúidate los doce meses del año. Un poquito cada día. Y no sólo por estética, que también, sino por tu salud.

Y no hace falta que busques excusas porque me las sé todas y me he tomado la molestia de desbancarlas.

No me gusta la comida sana , es insípida y aburrida.

Quizás no creas lo que te voy a decir, pero te aseguro que es verdad: hay comida sana más allá de las acelgas al vapor sin sal y el pescado hervido (¡puaj!). Disfruta de nuestra dieta mediterranea, es Patrimonio de la Humanidad, por algo será.

Olvídate de los cruasanes para desayunar y los donuts para merendar.

Saborea un bocadillito, con su pan crujiente, su aceitito y su jamón. Así conseguirás un cuerpo serrano, con la grasita buena justa y necesaria.

Me agobian los gimnasios. Además, no quiero compartir duchas con medio barrio.

Me parece comprensible y muy respetable. Veamos, ¿qué tal se te da el baile? ¿Tu coordinación es comparable a la de un pato?

Bien, no pasa nada. Aprovecha el finde y sal a hacer senderismo, desconecta sobre ruedas o practica cualquier deporte. Y la ducha  ya te la das en tu casa y con quien tú quieras. Pero levanta las posaderas del sofá.

Intento cuidarme pero siempre lo dejo a medias, nunca lo consigo. Además no tengo tiempo, entre el trabajo, la casa, cambiarle la arena al gato… que si la abuela fuma.

Hay que ver cuánta creatividad para inventar excusas.

Cambiar de hábitos no es fácil pero proponértelo ya es un gran paso. Así que ponle muchas ganas y optimismo y seguro que lo conseguirás.

…Si yo ya como verdurita, pero tengo grasa incrustada que no me la quita ni el KH7

También hay solución para la grasa veterana. Hay tratamientos que la van eliminado, y casi sin darte cuenta, te dejan divin@.

Después de esta disertación de milongas, espero haberte dejado sin argumentos para la réplica.

Así que, si no quieres verte todo el verano metiendo tripita en el chiringuito, abre los ojos, deja de visualizar y ponte manos a la obra.

Cierra los ojos. Visualiza un día estival en la playa.

La brisa marina, el sol dorando tu piel, el sonido del mar, los niños revoloteando a tu alrededor como posesos y empanando tu toalla de arena… -Cómo mola la playa, eeeh ;)-

Y en medio de ese paisaje idílico, .

En bañador o bikini o como quiera que vayas a la playa, maldiciendo tus michelines y/o aborreciendo tus cartucheras, lamentando, un año más, haberte acordado de ellos demasiado tarde.

¡Ey, pero que no cunda el pánico!, que todavía estamos en marzo.

Aunque la primavera ya está aquí y empezamos a quitarnos ropita (de hecho hay quien ya se pasea en tirantes y chanclas; supongo que es cosa de las alergias, que alteran el raciocinio), aún estás a tiempo de ponerle remedio.

Que conste que no quiero que te sumes al carro de la maldita operación bikini. ¡No! Te propongo algo mucho mejor y responsable.

Verás, si sólo te acuerdas de Santa Bárbara cuando llueve, posiblemente acabarás más de un día empapad@.

Para quienes no estéis muy duch@s en al arte de la metáfora seré más clara: Si te empeñas en adelgazar a lo bestia un par de meses antes del verano, ¡vas mal!

Posiblemente no lo consigas y seguramente año tras año experimentes el mismo déjà vu.

Así que… ¡Cambia el chip! Cúidate los doce meses del año. Un poquito cada día. Y no sólo por estética, que también, sino por tu salud.

Y no hace falta que busques excusas porque me las sé todas y me he tomado la molestia de desbancarlas.

No me gusta la comida sana , es insípida y aburrida.

Quizás no creas lo que te voy a decir, pero te aseguro que es verdad: hay comida sana más allá de las acelgas al vapor sin sal y el pescado hervido (¡puaj!). Disfruta de nuestra dieta mediterranea, es Patrimonio de la Humanidad, por algo será.

Olvídate de los cruasanes para desayunar y los donuts para merendar.

Saborea un bocadillito, con su pan crujiente, su aceitito y su jamón. Así conseguirás un cuerpo serrano, con la grasita buena justa y necesaria.

Me agobian los gimnasios. Además, no quiero compartir duchas con medio barrio.

Me parece comprensible y muy respetable. Veamos, ¿qué tal se te da el baile? ¿Tu coordinación es comparable a la de un pato?

Bien, no pasa nada. Aprovecha el finde y sal a hacer senderismo, desconecta sobre ruedas o practica cualquier deporte. Y la ducha  ya te la das en tu casa y con quien tú quieras. Pero levanta las posaderas del sofá.

Intento cuidarme pero siempre lo dejo a medias, nunca lo consigo. Además no tengo tiempo, entre el trabajo, la casa, cambiarle la arena al gato… que si la abuela fuma.

Hay que ver cuánta creatividad para inventar excusas.

Cambiar de hábitos no es fácil pero proponértelo ya es un gran paso. Así que ponle muchas ganas y optimismo y seguro que lo conseguirás.

…Si yo ya como verdurita, pero tengo grasa incrustada que no me la quita ni el KH7

También hay solución para la grasa veterana. Hay tratamientos que la van eliminado, y casi sin darte cuenta, te dejan divin@.

Después de esta disertación de milongas, espero haberte dejado sin argumentos para la réplica.

Así que, si no quieres verte todo el verano metiendo tripita en el chiringuito, abre los ojos, deja de visualizar y ponte manos a la obra.