03/04/2016
"Muy malo...."
Casi 40 grados al mediodía dentro de la carpa, apestaba a vómito, faltaba el aire. Los niños pedían salir a respirar. Un espectáculo sin calidad con referencia al precio. La patrulla canina, cuatro peluches para comerciar y hacer fotos a diez euros, borrosas y oscuras, y se los nombraba sólo como la patrulla, y ni siquiera la música que los identifica. Los carteles decían FRONZE envés de Frozen, y LA Patrulla, envés de la patrulla canina, para evitar pagar derechos de autor. Lo único valioso, una chiquilla contorsionista, lo demás , pésimo.