26/07/2018
"privilegio"
Ver a un gran actor como es Manuel Galiana, al que sigo desde hace años, que he visto y sigo viendo actuar en grandes teatros (y creo que ya está en producción una nueva película protagonizada por él) a pocos metros de distancia, observar de cerca los gestos de los actores, los matices, las voces... es un valor añadido para un amante del teatro. Y esto es lo que sucede cada vez que visito esta pequeña sala de Madrid, para algunos insignificante y sin categoría, pero para mí es un enorme privilegio sentarme en una de las 50 butacas de la sala y sentirme dentro de la función. He visto todos los montajes que se han puesto en pie en esta sala, muchos de ellos dirigidos por Manuel Galiana y el tercero en el que, además, actúa. Una vez más he comprobado la calidad actoral de todo su equipo, que de nuevo traen a escena un texto fuerte, una función donde las palabras son importantes y los actores saben hacerlas suyas, llenarlas de significado, de emociones, de silencios, de miradas… y los espectadores lo vemos y sentimos ese gran placer de saber que “están actuando para mí” He tenido también la oportunidad de saludar a todos los actores al terminar la función y hablar con ellos… y he comprobado lo importante que para Galiana y su compañía es esta pequeña sala, donde cada función es única, un espacio en el que, apenas entras, te hace sentir “el veneno del teatro”. Veo también a Galiana a menudo en grandes escenarios, en otras funciones o con su compañía cuando salen de su sala y, aunque me guste... la magia no es la misma. En esta sala saben hacer Oficio... y Arte.