Manuebcn

Positivo: Habitaciones nuevas, bien decoradas, todo en perfecto estado, limpio, higiénico. Muy cerca de las estaciones, muy bien para tenerlo como base para visitar Cantabria. (yo cada mañana cogía un bus a un pueblo costero diferente). Además en la zona de las estaciones hay muchos bares de pinchos y cafeterías.

Negativo: Las toallas o demasiado nuevas o la lavandería que tienen concertada no lo hace bien, porque no secan y te dejan la piel y el pelo lleno de pelusa blanca. Me pasó con todas las que me pusieron. Lamenté no haberme llevado una propia.

Positivo: Situación.

Negativo: Suciedad de habitación (en ningún hostal he visto tantísimos pelos en el suelo, vasos 'esterilizados' con fuerte olor a tabaco como si alguien los hubiera usado de ceniceros y no se hubieran lavado bien, pelos en la ducha).Instalaciones (armario sin pomo para abrirlo (había que usar las uñas), puerta habitación con señal de haber sido forzada para abrirla, mala sintonización de TDT no permitía ver casi ningún canal, ascensor viejo que se mueve demasiado y cierra regular).Ruidos (paredes muy finas y clientes inmigrantes que vuelven a las 03'00 borrachos armando gresca).Personal poco preparado (se encogen de hombros ante problemas expuestos).

Positivo: Limpieza de la habitación impecable, amabilidad chica de recepción, situación a la entrada del casco viejo.

Negativo: Todo fue genial.

Positivo: Únicamente la ubicación, todas las habitaciones vista al mar.

Negativo: Espartano, anticuado, solo vale la terraza. No es un hotel que necesite una renovación: es que se quedó en el pleistoceno. He viajado mucho de hoteles, hostales y pensiones, y creo que es la habitación más espartana que he visto en mi vida y el baño más anticuado. Lo más gracioso es que es un 2 estrellas, y he ido a hostales y pensiones (categorías inferiores) muchísimo mejores. Además me arrepentí de contratar la media pensión: la calidad y variedad de los platos deja mucho que desear (¿croquetas de segundo????), y para colmo la bebida te la tienes que pagar aparte. Encima, si pides una lista de precios de las bebidas te dice que NO TIENE. Esto es algo ilegal que se puede notificar en la Oficina del Consumidor. Lo único que merece la pena es la terraza de la habitación en primera línea con preciosas vistas, nada más. Es un hotel para quienes solo quieran ir a dormir y una o dos noches. Estado, decoración, ausencia de instalaciones.

Positivo: A cuerpo de rey. El hotel está bien situado arriba en Begoña pero con metro cerca (y sólo una parada hasta el casco viejo, 3 o 4 para el Guggenheim) y en una zona bastante tranquila. La habitación hay que pedirla entre la 1 y la 25 de cada planta, que son las que tienen la bañera con una cristalera que da a la habitación y puedes ver una peli mientras te das un rico baño de espuma. Son grandes, cómodas y confortables, de las mejores que he tenido viajando en hoteles de 3 y 4*. La mía tenía vistas a la ciudad. El hotel cuenta abajo con un spa que hay que pagar aparte y que aunque no es grande está bien. Es necesaria reserva. Igualmente el spa tiene servicio de masajes pero sintiendolo mucho por la chica que los da, me pareció el peor que me han dado en mi vida. Hasta yo los doy mejor. No ejerció la menor presión ni buscó articulaciones ni nada...fue de inexperta total. Eso son caricias, no masajes. Por lo demás, no probé el resto de servicios ni desayuno. Comodidad de la habitación, bañera con vista a la tele.

Negativo: Masaje, el ordenador con internet era carísimo...como 3 euros la media hora.