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Pineda de Mar se encuentra situado en la Costa del Maresme, situada al norte de la provincia de Barcelona se caracteriza por playas arenosas y largas, casi sin interrupción, de aguas limpias y acantilados. Leer más
Pineda de Mar se encuentra situado en la Costa del Maresme, situada al norte de la provincia de Barcelona se caracteriza por playas arenosas y largas, casi sin interrupción, de aguas limpias y acantilados.
Pineda dispone de estación de tren y de autobuses, por lo que es muy fácil y ràpido llegar desde cualquiera de las dos capitales cercanas que tiene, tanto Barcelona como Girona.
Las comunicaciones con ambos aeropuertos también son ágiles aunque no ofrecen conexión directa a menos que tomes un taxi,
que te costará alrededor de 60 euros. Si prefieres ir en transporte
público, deberás llegar a la estación de autobuses de cualquiera de las
dos capitales.
Pineda de Mar todavía conserva numerosos testimonios del pasado. Así,
desde los vestigios arqueológicos de época íbera y romana hasta el
moderno pabellón de deportes, podemos realizar un recorrido cronológico a
través de la historia de Pineda que abarca cerca de dos mil años. Los
amantes de los deportes náuticos disponen de una base náutica muy bien
equipada. Además, Pineda de Mar es un lugar idóneo para emprender todo
tipo de excursiones, a pie o en bicicleta, ya que se encuentra cerca del
Parque Natural del Montnegre, de gran belleza paisajística.
En las cercanías se encuentra, Calella, capital turística de la
Costa del Maresme, se ha convertido en uno de los destinos más
importantes del turismo europeo. El paisaje de los acantilados de roca
recortada por la fuerza del mar da una primera imagen de la cercana
Costa Brava. Debe visitarse la iglesia archiprestal de Santa Maria, las
Casas Giol, Bartrina, Galceran y Sivilla, así como la capilla de Sant
Quirze y Santa Julita. Es muy interesante el Museu-Arxiu y la Pinacoteca
Gallart. También merece la pena ir al Parc Dalmau, un parque con
un sector ajardinado, pérgolas y una bella zona de bosque, contrapunto
ideal después de una intensa jornada de playa.
Santa Susana
es una de las zonas turísticas más importantes en primera línea de mar.
Ciudad dedicada principalmente a la agricultura por la riqueza del
terreno y la abundancia de agua. En sus montañas crecen bosques espesos y
manantiales minero-medicinales.
Playas: Calella de la Costa, el Masnou, Pineda, Sant Pol de Mar, Caldes de Estrac, Vilassar de Mar y Premiá de Mar.
El Maresme también tiene poblaciones de importante valor cultural y arquitectónico en el interior, que merece la pena conocer.
La variedad de culturas nórdicas que se encuentran en Calella han
provocado que el pueblo disponga de restaurantes de todo tipo, aunque lo
cierto es que sus especialidades son las que provienen del mar.
El clima, mediterráneo y benigno, es templado, motivo por el que se convierte en un lugar para visitar en cualquier época del año.
El clima es suave en invierno (la temperatura rara vez baja de los 10ºC)
y caluroso en verano (alrededor de los 30ºC, aunque puede tener picos
de casi 40).
La humedad constante invita a tomar baños refrescantes constantemente.
La moneda de Pineda es el euro.
Existen diferentes puntos de cambio de divisas en el pueblo.
Una destinación turística con la misma oferta que las cercanas Calella y Malgrat pero muy alejada de la propuesta de ocio discotequero de sus vecinas.
Reservamos una habitación para 3 personas y cuando llegamos nos dieron 2 habitaciones conjuntas por el mismo precio.
Muy buen trato. Llegamos tarde a la cena programada para el sábado y nos cambiaron el turno para la comida del Domingo. Así no perdimos.
El personal, la comida, limpieza y todo en general. Mi experiencia ha sido muy buena, me he sentido como en casa.
Me encantó el hotel y el precio estaba genial, el personal muy bien y la comida excelente.
No encuentro nada positivo. No tiene nada que ver las imágenes con lo que es.
El personal muy atento, todo muy limpio y la comida Excelente!
Es un hotel tranquilo para descansar, y el buffet muy bien. El Hotel estaba a medio reformar, reservamos una habitación doble por 5 noches a media pensión, nos dieron una en la cuarta planta que estaba con la pintura, mobiliario, sábanas, cortinas y equipamiento de hace muchos años, que además produjo alergia a mi mujer puesto en el hotel admiten mascotas. Hablamos con recepción y nos dieron otra en la 3 planta que estaba reformada la habitación pero no el baño, al entrar se respiraba otro ambiente, mucho mejor que la primera que nos dieron. Aunque nos faltó la cama de matrimonio, pero bueno he de decir que descansé bien. Como he titulado mi opinión "Hotel medio reformado” explico mi experiencia, lo que no he podido ver no lo juzgo, pero lo que he visto si que doy mi opinión, hay fotos a la hora de reservar preciosas y la primera habitación que me ofrecieron y me habían reservado fue una gran decepción, hasta el punto de pensar en pagar el suplemento por suite o marcharnos. En general creo que es un hotel con mucho potencial y en su día sería un gran hotel pero Me da la sensación de que está en periodo de reconversión a hotel moderno. No puede haber tantísima diferencia de una habitación a otra, una del año 80 y una actual. El bar de la cuarta planta y la piscina son muy chulos pero pasa lo mismo, falta algo, simplemente poniendo césped artificial moderno ganaría mucho. Los desayunos y las cenas han estado muy bien, había variedad y estaba todo muy bueno, y el trato recibido por cocineros y camareros de lo mejor del hotel. Otra cosa a comentar el wifi hay que pagar 1 € al día por dispositivo, y en las habitaciones no hay neverita ( la hay si pagas un suplemento de 3€ al día) estos detalles también restan imagen al hotel bajo mi punto de vista. La televisión de la habitación muy bien, siempre se ve un rato para coger un sueño. La ubicación del hotel es junto a la nacional, tiene fácil acceso, hay unos 10 minutos andando a la playa. El pueblo de Pineda de Mar en si, muy acogedor, tranquilo, la hostelería de la zona está todo bueno y a buen precio, y en cuanto a ocio en Agosto tienen muchos conciertos.
Todo estuvo muy bien calidad precio, el trato recibido inmejorable y los camareros del bar geniales, estancia entretenida, hotel acogedor. Lo que se refiere al hotel todo muy bien, la playa cercana muy incómoda ya que esta toda llena de piedras( sino llevas calzado apto, te duele al caminar, entrar o salir de la playa), y el acceso es con una pendiente y enseguida un resalto y cubre.
Lo que mas me gusto la picina y la comida. Cocinero muy atento y agradable. Servicios de Habitaciones muy amables. Muy buena relacion calidad precio. Lo recomendaria y pienso repetir.
Desastre. Cogimos 2 habitaciones, una con la colcha con agujero, se le dijo al personal del hotel y lo que hicieron fue darle la vuelta y esconder el agujero. El bidé con pérdida de agua! Horrible! Poca variación en la comida y horarios super justos!
PINEDA DE MAR
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