Tras el éxito de la temporada anterior en el teatro Goya en Barcelona y en el Teatro Alcázar de Madrid, vuelve “El Monstruo de Colores” para llenar de emoción y color el Teatro Alcázar de Madrid. 

Este espectáculo infantil dirigido por Ruth García adapta el gran éxito de Anna Llenas al formato teatral. La obra contiene títeres, música y colores y nos hace viajar por el mundo de las emociones, sanando heridas y ayudando a desentrañar esa nube de colores que vive en nuestras cabezas y a menudo ni uno mismo sabe comprender.

El Monstruo de Colores es un personaje entrañable con el que los más pequeños empatizan y que les permite identificar y poner nombre a lo que sienten en cada momento. Los que hayáis leído el libro (si no lo has leído, es que no tienes hijos) sabéis que es una herramienta preciosa para facilitar la expresión de las emociones. Con más de 300.000 copias vendidas y traducida a 16 idiomas, este cuento lleno de color y de emoción ha ayudado a padres primerizos, maestros y niños de todas las edades a entender y canalizar todo eso que les pasa y no saben expresar. 

Monstruo de colores

Ay, ¡qué bien nos hubiera ido tener este libro antes! Empezar a entender y verbalizar lo que sentimos desde pequeños es sin duda una de las grandes asignaturas pendientes, y con esta obra se empieza a poner en orden el tema. Amor, alegría, rabia, tristeza… todo está permitido si sabes cómo ordenarlo y darle un espacio en tu cabeza.

Aunque ya te sepas la teoría (el rojo es rabia, el verde calma, el amarillo alegría…) la gracia de verlo en teatro es la puesta en escena, en un formato didáctico y atractivo, lleno de poesía visual y música de Joan Colomo, que te ayuda a conectar con cada emoción. Un plan de domingo para disfrutar en familia (dicen que es para niños desde 2 a 7 años pero a los más mayores también les va muy bien el repaso).

Monstruo de colores. Calma

Una maravilla de viaje al interior del cerebro y al fondo del corazón. Tan fácil y tan difícil al mismo tiempo. Emoción racionalizada en forma de cuento para hacernos reflexionar a todos en tan solo tres cuartos de hora.

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No te tomes tan en serio, nadie más lo hace.