1. Finlandia

Con un 35% de su energía producida a partir de recursos renovables, el país de los renos es uno de los más sostenibles del planeta. Entre algunas de sus proezas, destacan las leyes que ayudan a proteger a la foca anillada del lago Saimaa, un extraño ejemplar en peligro de extinción; o un uso masivo de la bicicleta como medio de transporte. ¿El siguiente objetivo? Ser 50% más ecológico en el año 2030. 

2. Suiza

El primer país en copar la lista EPI 2018 es uno de los más concienciados con la necesidad de reducir el impacto medioambiental. ¿El mejor ejemplo? Que sus ciudadanos saben separar cada una de las partes que conforman una bolsita de té en su respectivo recipiente. Dicho esto, sobran las palabras.

3. Bután

Elegido como el mejor país para viajar en 2020 por Lonely Planet a través de su guía Best in Travel, Bután es todo lo que podemos pedirle al futuro: el primer país del mundo cuya huella de carbono es negativa gracias a una población tan escasa como responsable, un plan ecológico que financia la agricultura orgánica, o la presencia de un 72% de territorio invadido por bosques que absorben la contaminación. ¿La ironía? Que Bután se ubique entre los dos grandes emisores de carbono del planeta: India y China. 

4. Eslovenia

EsLOVEnia (sí, así se conoce al país de Melania Trump), es una nación tan pequeña como inteligente, especialmente cuando un 60% de su territorio está cubierto por bosques de cuento dividido en más de 40 parques y reservas naturales. Un paraíso que engloba atracciones turísticas tan icónicas como su capital, Liubliana; o el lago Bled, una extensión de agua donde yace un islote que inspiraría a los artistas de Disney para la película Enredados. 

5. Dinamarca

Ya en los años 80, Dinamarca fue un país pionero en lo que a reducción de emisiones de carbono se refiere. Pero es en 2019 cuando destaca el buen hacer de una nación ejemplar. Una donde las sanciones a las empresas que contaminen una prioridad, o la presencia del Faro Verde, el primer edificio ecológico del mundo, es el indicio de una Dinamarca cuya capital, Copenhague, podría convertirse en la primera del mundo con “cero emisiones”.

Cuidar nuestro planeta se ha convertido en una prioridad que estos cinco países llevan años persiguiendo. Ahora, solo falta seguir sumando objetivos (y aprender a reciclar las bolsitas de té rojo). 

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Alicantino de nacimiento, amante de cualquier lugar con mínimas de 25ºC. Mi debilidad es escribir en cafés secretos, tengo curry en las venas y una palmera tatuada (tiene su miga, aunque no lo parezca). Una vez gané un premio en Japón.