Abrazada a la costa este de Australia, la Gran Barrera de Arrecife es, con sus más de 3.000 kilómetros de extensión, el mayor ecosistema coralino del mundo. Un paraíso que, especialmente durante los últimos años, se ha visto golpeado por numerosos episodios (en su mayoría por culpa de la actividad humana) los cuales han devastado gran parte de su esqueleto. Desde corales blanquecinos hasta especies desaparecidos, la situación alcanza tal gravedad que la propia ONU lanzó un comunicado anunciando que si no se reducían las emisiones de CO2, este sistema marino desaparecería para el año 2100.

Una profecía que ha movilizado a numerosos expertos durante los últimos años a la hora de revertir su destino: robots que reimplantan pólipos de coral, criaderos marinos y, en los últimos meses, la inclusión de altavoces con música a fin de atraer a peces jóvenes que vuelvan a repoblar el hogar de Nemo. Pero lo curioso, ante todo, reside en la banda sonora elegida: ¿Bajo el Mar de La Sirenita? ¿Billie Eilish? ¿Las Cuatro Estaciones de Vivaldi? No… ¡Sonidos de corales! 

Aunque puede que nunca hayas escuchado este sonido, el de los corales evoca todos los matices de las profundidades del océano: el crujir de los camarones, el ir y venir de los peces, burbujas y otros ecos de la naturaleza. 

Así lo ha decidido Nature Communications, un proyecto desarrollado por diferentes universidades, entre ellas la de Bristol y la James Cook. 

Un experimento que tras unas primeras pruebas el pasado 2019 consiguió atraer  a peces de todo tipo gracias a este nuevo estímulo. De hecho, tras los primeros ensayos se comprobó que las zonas de corales en las que podían escucharse estos sonidos recibían hasta el doble de especies marinas en comparación a aquellas en las que no. 

Un éxito progresivo que promete la llegada de nuevos peces bajo un objetivo claro: reactivar todos aquellos arrecifes que necesitan de estos visitantes para volver a llenar de colores (y vida) el único ecosistema marino visible desde el espacio.

Y aunque las fuentes aseguran que el sonido es de coral, nosotros creemos que en algún momento se ha colado el “Sigue nadando” que Dory popularizó en la famosa película de Disney y Pixar. 

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Alicantino de nacimiento, amante de cualquier lugar con mínimas de 25ºC. Mi debilidad es escribir en cafés secretos, tengo curry en las venas y una palmera tatuada (tiene su miga, aunque no lo parezca). Una vez gané un premio en Japón.