1. Cenote Suytun (México)

El conocido como Oriente Maya de Yucatán, zona que gira en torno al rededor de la ciudad de Valladolid, ofrece una ruta por los mágicos cenotes en la que destacamos la presencia de Suytun, posiblemente el más romántico de todos. Un lago subterráneo donde luce una plataforma desde la que sucumbir a ese rayo de sol a modo de bendición de los antiguos dioses.

2. Laberinto de Horta (Barcelona) 

Ideal para escapar del bullicio de Barcelona, el Laberint d’Horta supone también uno de esos lugares románticos desconocidos por las masas. Concebido como jardín neoclásico a finales del siglo XVIII por la prestigiosa familia Desvalls, hoy este lugar es uno de los principales epicentros del agapanto, también conocida como flor del amor. El perfecto oasis urbano en el que seguir el rumor de sus arroyos, maravillarse con la simetría de sus árboles o perderse por un laberinto moteado de arcos. 

3. Hotel Chinzanso’s Garden (Tokio, Japón)

Perderse en un bosque de luciérnagas supone una de las experiencias más mágicas del mundo. Sin embargo, sucumbir al momento de apareamiento de estas motas de luz (entre junio y agosto) obedece a unas exigentes condiciones climáticas. Si te encuentras por Tokio este verano, hay luna nueva y acaba de llover, sumérgete en este hotel al que un cliente regaló un bote de luciérnagas en 1954. El resultado es una colonia que no ha hecho más que crecer durante los últimos 70 años formando un espectáculo tan impredecible como único. 

4. Lago di Scanno (Abruzzo, Italia)

En el mundo existen más lagos en forma de corazón de lo que piensas, pero pocos tan bonitos como el lago di Scanno, el cual sonríe a las nubes desde la provincia de L’Aquila, en pleno centro de Italia. Un paraíso donde respirar aire puro y realizar excursiones en barca antes de ascender hasta el mirador Frattura Nuova, ideal para obtener la romántica panorámica que todos vinimos a buscar.

5. Samara Private Game Reserve (Sudáfrica)

Cuando se trata de hablar de resorts románticos, las posibilidades son ínfimas, si bien pocos se comparan al encanto de dormir en una cama bajo la Vía Láctea en Samara Private Game Reserve, uno de los epicentros naturales más fascinantes de Sudáfrica. Sin duda, una opción única para todos aquellos tortolitos en busca de sus propias “Memorias de África”, especialmente si hay boda a la vista.

Cualquier lugar del mundo puede ser romántico si tenemos con quien compartirlo. Pero si recalas en alguno de los aquí mencionados, estarás apostando sobre seguro. 

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Alicantino de nacimiento, amante de cualquier lugar con mínimas de 25ºC. Mi debilidad es escribir en cafés secretos, tengo curry en las venas y una palmera tatuada (tiene su miga, aunque no lo parezca). Una vez gané un premio en Japón.