04/12/2008
Iván Cerdán Bermúdez le da un
2
Negativo:
Conejero arroja pedantería y narcisismo. Sólo hay un respnsable de tal fracaso, ese es el propio director y autor de la función. Realmente sólo quiere que se le escuche a él, manipula a unos actores que no están bien, pero el problema no son ellos, que lo intentan, sino esas directrices que luchan contra lo que los actores podrían plantear. Las continuas interrupciones e innecesarias que el propio director realiza, entorpecen el trabajo de unos actores con ganas y que por desgracia ven su trabajo truncado. Es evidente que Conejero cree que conoce a Shakespeare, pero se equivoca por mucho cargo que ostente. Lástima que juegue cuando no sabe lo que se trae entre manos y todo naufrague a lo largo de una interminable hora y media.