Pablo Sciuto presenta un cuarto disco marcado por el retorno a la canción pop, sin dejar la música de sus orígenes principalmente la bossa nova, el funk y el candombe.
Pablo Sciuto presenta un cuarto disco marcado por el retorno a la canción pop, sin dejar la música de sus orígenes principalmente la bossa nova, el funk y el candombe.
On es un disco de texturas, guitarras hipnóticas, slides eternos, acordes folclóricos y polirritmias. Las canciones tienen un eje que gira entorno a la soledad, la incomunicación, pero también la energía que desprende tiene una apertura optimista que se centra en el título del mismo disco, en encender los sueños dormidos.
Esa identidad en los textos fue transportada a la música pero buscando una arquitectura del sonido cercana al viaje, al road movie urbano. En palabras del artista
Es una quimera pero en vez de tener varias cabezas, tiene varias almas
y las cabezas son las antenas que transportan los mensajes aunque
nunca lleguen a su destino.
``La creación del propio disco fue un viaje que paso por varias etapas y
estados hasta convertirse en un todo. El productor de este trabajo es
el uruguayo Santiago Montoro que ha trabajado con artistas de la talla
de Jorge Drexler. Me pareció una opción lógica para mi crecimiento,
tuve en cuenta otros productores pero mi relación de amistad con
Santiago y el tipo de caminos que buscamos me llevo a decidirme, sobre
todo la clave fue que tenemos visiones distintas pero la misma
intención.´´
El disco cuenta con invitados con los cuales Pablo mantiene una
relación de cercanía tanto de opiniones como de criterios estéticos.
El brasileño Leo Minax vuelve a repetir colaboración al igual que en
el anterior disco, pero esta vez se funden para crear una canción con
una métrica distinta al resto de los temas.
``Fue un enorme reto
trabajar con Leo, no solo por la admiración que tengo sobre su obra,
sino por que lo más difícil fue llevar la canción al terreno del pop y evitar caer en los tópicos del ritmo, más sabiendo de donde el
viene.´´
Además hay una letra escrita por el uruguayo Pipo Spera, conocido por su amistad con el legendario músico de misma procedencia,
Eduardo Mateo.