Uno de mis mayores sueños es conocer varios países en un tiempo muy corto, pero tenía muchos inconvenientes en cuanto a la planificación del viaje: organizar el transporte, pensar en los destinos a donde quería viajar, hospedaje, presupuesto y demás cosas que no me dejaban dormir. Y un día, hablando con unos amigos, me dieron la grandiosa idea del crucero, donde no tendría que preocuparme por absolutamente de nada más que de disfrutar del viaje. A pesar de eso, aún tenía algunas preguntas como ¿qué tipo de crucero debo elegir? ¿Qué puedo hacer ahí dentro?, etc.
Empecé a investigar en páginas que me ayudarán a orientarme más acerca de los cruceros y ¡oh, por Dios! de pronto recordé que una prima mía acababa de llegar de un crucero. Así que la llamo, le cuento que quiero irme a un crucero por el Caribe y ella súper amable me invita a un café y me empieza a contar todo lo que tenía que saber acerca de un crucero.

Lo primero que me dijo es que hay que tener claro el tipo de crucero que estás buscando, dado que hay una gran diversidad. Entre ellos están los cruceros familiares, diseñados para toda la familia; los cruceros para parejas, ideales para estar en un ambiente romántico; los cruceros para solteros, perfectos para viajar solo si deseas conocer a más personas; los cruceros de lujo, para personas que quieren vivir una experiencia personalizada y exclusiva; los cruceros temáticos… Yo tenía claro que quería encontrar un crucero familiar por el Caribe, pero cuando vi todos los cruceros que había alrededor del mundo, hice mi lista para mis próximos viajes. ¡Esto no me lo puedo perder!
Otra cosa importante que me dijo mi prima fue que, antes de escoger un crucero, mirara muy bien el itinerario y que éste tuviera una amplia gama de actividades durante todo el día. A mí me interesaban las actividades nocturnas de entretenimiento a bordo como teatro, cine, musicales, conciertos y, por supuesto, una noche para bailar. Aunque también me gustan las actividades deportivas y de aventura, por ejemplo, un día en la mañana practicar baloncesto o tenis, y ya que estoy, también tener la oportunidad de poder hacer cosas que nunca he hecho, como lanzarme de un tobogán.

A partir de ahí, encontré varias navieras que tienen rutas por el Caribe y tienen todos los requerimientos y mucho más. La mayoría de las navieras han innovado tanto, que parece que estás en una ciudad en vez de en alta mar. ¡Espectacular! También vi algunas que incluían talleres y cursos para poder aprender a cocinar, hacer cocteles y a bailar. ¡Esto es vida! Ya estoy deseando zarpar, estar a bordo y vivir la mejor experiencia de mi vida. ¡A la vuelta os cuento qué tal me fue!