Preparativos, maletas y esa sensación de emoción por adelantado, siempre me emociono cuando organizo un viaje “sorpresa” para otra persona, sorpresa porque lo preparé sin consultar con mi acompañante, pero cuando se me pone un destino entre ceja y ceja, no puedo pensar en otra cosa. Esta vez mi tenacidad se alineó con la gracia de lo sencillo y nos llevó a Tierra Bobal, a menos de una hora de Valencia, ¿Quién nos iba a decir que no hacía falta volar al Caribe para encontrar rincones tan llenos de maravillas y sorpresas?

paisaje de Tierra Bobal en Valencia

Integrada por los municipios de Camporrobles, Caudete de las Fuentes, Chera, Fuenterrobles,Requena, Sinarcas, Utiel, Venta del Moro y Villargordo del Cabriel y sus 37 aldeas, cuenta con casi un 40% de su territorio protegido. Y no es para menos. Un corazón verde que late al ritmo de tus vivencias, donde la naturaleza es la protagonista de tus días de escapada.

En mi lista de cosas por ver estaba el Parque Natural de Hoces del Cabriel, y fui muy insistente para que eso fuese lo primero en nuestra lista de visitas. Me quedé alucinada con esas 30.000 hectáreas, y eso que yo ya sabía de lo que iba, imaginaros la cara de mi pareja de viaje al verlo. El Río Cabriel, por su parte, se convirtió en otro de los protagonistas de nuestro viaje, básicamente resultó ser nuestro compañero de travesía, ofreciéndonos experiencias de piragüismo y rafting. A mí, que me encantan los deportes de montaña, me dejó con una sonrisa de oreja a oreja que no se me fue de la cara hasta varios días después de volver.

paisaje en tierra bobal valencia

Ah, y no te lo pierdas, ¿sabías que Tierra Bobal entra dentro de los destinos Starlight de España? Las noches estrelladas de las que puedes disfrutar antes de acostarte son un auténtico espectáculo celestial. Para sentirte como los protagonistas de Interstellar cuanto menos. Así terminamos todos los días, mirando al cielo desde una casa rural, perfecta para dos, acogedora y tranquila en este oasis de paz y desconexión.

Fuimos haciendo rutas y más paradas, íbamos y volvíamos pasando por los diferentes municipios, siempre buscando un parque natural, una excursión o una actividad distinta. Hicimos la ruta del castillo en media mañana, una circular de menos de 10 km y 435 m de desnivel, y pasamos por unos paisajes realmente impresionantes. Se pueden hacer rutas de más o menos desnivel y kilómetros, según tus preferencias (y capacidades).

paisaje en tierra bobal, en valencia

Nosotros somos bastante todoterreno, así que fuimos combinando rutas a nuestro aire. En una de estas, mientras explorábamos los senderos que se adentraban en la montaña, nos sorprendimos con la riqueza cultural que Tierra Bobal guardaba entre sus pliegues. Desde yacimientos arqueológicos hasta bodegas subterráneas, cada rincón cuenta una historia que se suma a la narrativa única de este destino. Allí distingues claramente la huella de todos los pueblos y culturas que han pasado por esta tierra, desde los Iberos hasta nuestros días.

He querido dejar para el final el otro viaje; el que haces a través de los sentidos cuando viajas a Tierra Bobal. Porque a esta gran naturaleza se le une una cultura del vino muy bien arraigada. Y no es una exageración, llevan más de 2500 años cultivándola, así que no nos costó sumergirnos en su fascinante mundo de viñas y bodegas. El clima propicio y la tierra fértil, dan lugar a una fantástica uva autóctona que fue una auténtica revelación.

bodegas en tierra bobal, destino enoturistico

Desde la primera degustación, te das cuenta de que estás inmerso en un lugar especial. Las bodegas certificadas por la Denominación de Origen Utiel-Requena ofrecen una variedad de vinos que reflejan la pasión y la tradición de la región. Te recomiendo explorar los procesos de elaboración, desde la vendimia hasta la fermentación, y escuchar cómo cada copa cuenta una historia única. Además, la Agenda del Vino de la DOP Utiel-Requena guía tu paladar a través de experiencias enoturísticas inolvidables.

Nosotros no solo degustamos el vino in situ, sino que también nos llevamos algunas botellas para tener un pedacito de Tierra Bobal en casa, aunque la verdad es que un pedacito de nosotros se quedó en Tierra Bobal y no al revés. 

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He pillado en tardarlo