Qué os voy a contar yo de Pamplona, ¡si no me nombran hijo predilecto de milagro! Aquí viví los mejores años de mi vida, como universitario, y aquí vuelvo siempre que quiero sentirme como en casa, cual hijo pródigo que siempre es recibido con los mejores manjares y los brazos abiertos. 

Este verano tan raro, Pamplona nos acoge como nunca y ofrece visitas guiadas para todos aquellos insensatos que aún no conocéis la meca de los San Fermines, los pintxos, los vinos, la buena gente y en general las mejores cosas de la vida. Vayamos por partes: para adentrarte en la historia de Pamplona puedes empezar por la visita “Pamplona al completo”, la “Visita guiada a las Murallas” o mi favorita, que es el “Recorrido del encierro en Pamplona”. Todos los precios, horarios e inscripciones aquí.

Si tienes alma de peregrino, el Centro de Interpretación del Camino de Santiago, Ultreia, te sumerge en las vivencias de un peregrino en la Edad Media durante el reinado de Carlos III el Noble, rey de Navarra que unificó los tres burgos que componían la actual Pamplona. Esta visita es gratuita y merece la pena para conocer la historia del Puente de la Magdalena, la Catedral, el Ayuntamiento de Pamplona, la Iglesia de San Saturnino (San Cernin) y la Calle Mayor.

Ciudad de Murallas y parques

Pamplona tiene una historia que hace enrojecer a cualquier otra ciudad del mundo. Forjada en mil batallas, sufrió la conquista de varios imperios, por eso destacan sus imponentes murallas renacentistas y un Casco Antiguo formado por tres burgos, Navarrería, San Cernin y San Nicolás, que se unieron en el año 1423 cuando Carlos III dictó el Privilegio de la Unión.

Hasta cinco kilómetros de muralla conforman un recorrido repleto de lugares con encanto, desde el Fortín de San Bartolomé hasta la mítica Plaza del Castillo, pasando por el Palacio Real, la preciosa Ciudadela o la Iglesia de San Nicolás.

La importancia y el orgullo de la ciudad por su historia y por sus murallas es tal que se las honra puntualmente en el Festival de las Murallas, que este año se celebra del 4 al 22 de agosto. Si quieres aprovechar el verano para pasarlo bien y culturizarte, es un momento único.

Pero no todo es piedra con historia. En una ubicación privilegiada, Pamplona es una de las ciudades más verdes y con mayor biodiversidad de España. Los parques y jardines todo lo rodean y todo lo completan. En mi lista de recomendados no falta la Ciudadela y la Vuelta del Castillo, el parque de Antoniutti, o el Jardín del Parque de Yamaguchi, el Parque Fluvial del Arga, el Parque de la Media Luna y el Parque de la Taconera (Ah, la Taconera y sus animales… lugar infalible para ligar, en el que conseguí empezar con la que hoy es mi mujer, pero esa es una historia aparte que, si os portáis bien, os contaré otro día).

Un poco de Arte 

Ya os he dicho que cualquier momento es bueno para visitar Pamplona, pero si vas a estar ahí este verano, no dejes de acercarte a la exposición permanente del Museo Oteiza y al Baluarte, que hasta el 30 de agosto acoge la exposición Van Gogh Alive – The experience, y es una auténtica gozada para disfrutar del arte a otro nivel.

Para los que no lo sabéis, Pamplona y los pamploneses son seres musicales. Ciudad de conciertos y actuaciones en directo, dicen que los mejores musicales de la Historia hubiesen sido mejores si los hubiesen hecho en Pamplona. Yo sé que eso es cierto… ¿te imaginas Grease rodada en cualquiera de los Campus Universitarios de la ciudad o a Fred Astaire cruzando la Vuelta del Castillo? Lo mires por donde lo mires, todo es mejor “en donde Pamplona”.

Como muestra de todo ello, además de la oferta del propio Baluarte, adalid de la oferta cultural de la ciudad y sede envidiada por todos los Palacios de Congresos y actividades de España, del 28 de Julio al 1 de Agosto tienes el Pamplona Reclassics, un Festival Internacional de Música que reúne durante una semana  a los mejores solistas del momento. La sede principal del festival será la Ciudadela, con todos los conciertos al aire libre. Pamplona y la música son definitivamente indisolubles.

Pamplona es San Fermín

Encierro de San Fermin, Pamplona, Navarra

Este año es extraño, y esa extrañeza debemos convertirla en una oportunidad de venerar de verdad al Santo Fermín y sus fiestas. Volvamos a madrugar, a vestirnos de blanco y rojo, cantemos y recemos al Santo, bebamos con la cuadrilla, salgamos de las bajeras y convoquemos a nuestras sociedades gastronómicas: revivamos al esencia de San Fermín. Y para eso, nada mejor que apuntarse a las visitas guiadas: Ruta San Fermín y El encierro de pintxos. Delicias guiadas. Y si te has apuntado a la fiebre de los Escape Rooms, no te pierdas el Scape Bull! que se juega a lo largo del recorrido del encierro de San Fermín para sentir la adrenalina del encierro sin jugarte la vida. ¿Serás digno de acudir triunfante al baile de la Alpargata?

Cómete Pamplona

Vale, va, dejemos de disimular. Pamplona es muchas cosas, pero los que “somos de aquí”, sabemos que Pamplona es sobretodo sinónimo de buena compañía y de buen comer. Las barras de sus bares son un despliegue de sabores de la tierra incomparables: la chistorra, el relleno, los hongos o los fritos, un aperitivo típico de bechamel con cualquier cosa… y es que cualquier cosa, como las hacen aquí, ya no es cualquier cosa.

Y como los Navarros son grandes personas y no quieren que nadie se pierda este regalo de Dios, la Asociación de Hostelería y Turismo de Navarra y la Asociación de Hoteles de Pamplona han lanzado una campaña conjunta de hoteles y restaurantes durante todo el mes de Julio que incluye Hotel + desayuno + visita guiada por Pamplona desde 25€/persona. A esta campaña se han sumado 28 hoteles (hotelazos) de Pamplona y 41 restaurantes (restaurantazos) de toda Navarra, incluyendo estandartes como el Túbal de Tafalla o el Topero de Tudela, el amable asador Martintxo en Cizur Menor así como Estrellas Michelín como el Europa o el inimitable e irrepetible Rodero.

Información y reservas: www.hotelespamplona.com

Sea por el hambre o las ganas de comer, yo ya estoy mirando fechas para volver a las calles que me vieron crecer y me forjaron como buen Navarro. Ya he dicho muchas veces que soy Catalán de nacimiento y Navarro de adopción. Si queréis entenderlo, venid a vivir Pamplona y también querréis que os adopten. A ver si os lo merecéis. ¡Viva Pamplona!

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Siempre creo que me he dejado la llave del gas abierta.