La capital de Baviera,
Múnich, es una de las mayores ciudades alemanas. Con 1,3 millones de habitantes
y 2 en su aglomeración urbana, desde su fundación en el siglo XII la ciudad ha
sobrevivido a incendios y guerras. Sede de empresas multinacionales como BMW,
Allianz o Siemens, a día de hoy es una de las ciudades más modernas y
turísticas de Centroeuropa, con una intensa actividad cultural e industrial. La
Marienplatz es el corazón de su casco antiguo y en ella se encuentran edificios
emblemáticos como el Antiguo Ayuntamiento, el Nuevo Ayuntamiento o la fuente
Fischbrunnen. En sus inmediaciones se hallan destacados monumentos como la
Iglesia de San Pedro o Peterskirche y
la Catedral de Nuestra Señora o Frauenkirche,
desde cuyas torres se obtiene la mejor vista panorámica del Múnich antiguo. En
el Viktualienmarkt se venden multitud
de productos típicos de Baviera, además de servir la bebida estrella de la
ciudad: la cerveza. Este es el elemento central del principal evento de Múnich:
la Oktoberfest, también conocida como
"fiesta de la cerveza", en la que durante 16 ó 18 días a partir del primer
sábado después del 15 de septiembre Múnich se transforma en uno de los
principales polos festivos de la Tierra. La cerveza se encuentra por todas
partes en la ciudad, desde los emblemáticos Biergarten, locales donde
tradicionalmente se elaboraba la bebida, hasta en la histórica cervecería
Hofbräuhaus.
Múnich también destaca por
sus galerías pictóricas: la Antigua Pinacoteca, la Nueva Pinacoteca y la Pinacoteca
Moderna reúnen una enorme cantidad de obras de todas las épocas. Forman parte
del llamado Kunstareal, que es el distrito artístico de la ciudad. Se encuentra
al lado del edificio central de la Universidad de Múnich, fundada en el siglo
XV y una de las más prestigiosas de Alemania. Viudad con bellos edificios
históricos como el Palacio de Nymphenburg o la Residencia de Múnich (antigua
residencia oficial de la Familia Real de Baviera), Múnich cuenta con grandes
áreas verdes como el Jardín Inglés, un complejo de más de 4 hectáreas en las riberas
del río Isar; el Hofgarten, punto de encuentro habitual de los muniqueses; y el
Jardín Olímpico, presidido por la Torre Olímpica y construido con motivo de los
Juegos Olímpicos de 1972, celebrados en la ciudad. Al lado se encuentra el
Estadio Olímpico, que es la principal instalación deportiva de la capital de
Baviera junto con el Allianz Arena, campo donde juegan como locales el 1860
Múnich y el Bayern de Múnich, el club de fútbol más laureado de Alemania y uno
de los más destacados de Europa. Múnich cuenta con el segundo aeropuerto alemán
en número de pasajeros y uno de los mejor valorados del mundo. Asimismo, es muy
fácil moverse de un punto a otro de la ciudad gracias a su extensa red de
metro, tranvía y tren de cercanías.
Qué hacer
La Karlsplatz es una concurrida plaza que formaba parte de las murallas, como lo atestigua la Karlstor, puerta del siglo XIV. Domina la zona comercial, con numerosas calles peatonales y joyas arquitectónicas de gran valor: la iglesia de San Miguel o la catedral Frauenkirche. La Marienplatz es el corazón de Munich y en ella destaca el Glockenspiel, el reloj instalado en la torre del Rathaus o ayuntamiento, un edificio neogótico. Otra joya que merece ser visitada es la Asamkirche, ricamente decorada al estilo rococó, así como la sede del Parlamento bávaro, Maximilianeum, y el Palacio Real, o Residenz. La Ludwigstrabe es una esplendida avenida en la que abundan espectaculares edificios neoclásicos.
El Jardín Inglés, uno de los parques más grandes de Europa, es el pulmón verde de Munich. También es recomendable pasear por la Königsplatz, la Villa Lenbach y las calles colindantes. El palacio de Nymphenburg, residencia de verano de los reyes de Baviera, merece igualmente una visita.
Vida nocturna
Nada mejor que visitar esta ciudad durante la Oktoberfest, la fiesta de la cerveza más famosa del mundo, donde se puede disfrutar además de la cerveza, de los días de más ambiente de la ciudad.
Al sur de la ciudad se alzan imponentes los pre-alpes bávaros, con la impresionante presencia del Watzmann (2.713 m). Allí están la ciudad-balneario de Berchtesgaden y el lago Königsee, dentro de los límites del espectacular Parque Nacional de Berchtesgaden. En esta región también se encuentran el hermoso valle de Ramsau y la Reserva Natural de los Alpes de Chiemgau. Desde Brannenburg se puede ir a la espectacular garganta de Tatzelwurm y a la Reserva Natural de las Montañas Karwendel, zona muy apreciada por los senderistas y escaladores. Mittenwald, en un marco incomparable, posee uno de los campanarios más hermosos de la Alta Baviera: la torre barroca de la iglesia de San Pedro y San Pablo.
Al oeste se extiende la cordillera de Wetterstein y, a sus pies, Garmisch-Partenkirchen, la estación de invierno más famosa de Baviera. La cima de la montaña más alta de Alemania, el Zugspitze (2.962 m), es también un punto de devoción turística al que se llega en tren cremallera, en teleférico o a pie. Füssen es un concurrido centro turístico de la región, en el que destaca el castillo de Hoheschlob, residencia estival de los obispos de Augsburgo. Vale la pena visitar la pequeña aldea de Hindelang, idílicamente emplazada a los pies del Nebelhorn (2.224 m) y la garganta de Breitnachklamm. En dirección sur se llega a Kempten, en la que destacan el Rathaus, la iglesia de San Lorenzo y la Residenz.
A pocos kilómetros hacia el oeste se encuentra el lago Constanza, convertido en un destino turístico de primer orden. Lindau o Meersburg, una de las ciudades medievales mejor conservadas del país, son atractivos lugares a orillas del lago.